viernes, 27 de abril de 2018

15. ¡EVOLUCIÓN DE LOS RITOS A LOS SACRAMENTOS EN LA ERA CRISTIANA!


 ¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE UN RITO Y UN SACRAMENTO? ¿ES AUN NECESARIO, EL SACERDOCIO EN EL NUEVO TESTAMENTO? 

1.- EN EL BAUTISMO. 
El bautismo es el primer rito con que se encuentra el lector del registro evangélico. Era practicado por Juan el Bautista y por los discípulos, por instrucción de Jesucristo, quien también fue bautizado. Los apóstoles bautizaron posteriormente en cumplimiento de la gran comisión evangélica. Pero el bautismo tiene una historia aún más antigua. Los que eran sometidos por los sacerdotes a un régimen de purificación, eran bañados. En los días posteriores del judaísmo, esas abluciones eran, por lo menos, cumplidas por inmersión (ver Mishnah Mikwaoth). También los prosélitos ganados para la fe judía pasaban por un bautismo por inmersión cuando se incorporaban a la comunidad de los israelitas. 

Los esenios parece que también daban importancia a los lavamientos ceremoniales. Por lo tanto, cuando Juan el Bautista se presentó predicando su mensaje de arrepentimiento, 45 era natural que ofreciera una ceremonia de lavamiento a los que respondían a su mensaje. Mucha de su predicación la hizo en zonas rurales, en el "desierto", donde vivía poca gente. Cuando las personas iban a Juan arrepentidos y confesando sus pecados, él las llevaba al Jordán. Jesús mismo se sometió al bautismo a manos de su primo Juan, no en arrepentimiento por sus propios pecados, pues no los tenía, sino en relación con su obra como Redentor. Lo hizo para cumplir con "toda justicia" (Mat. 3: 15), para dar cada paso de la vida cristiana, no para su propia salvación sino para el mundo.

 Al participar Jesús de ese rito, dio a sus seguidores un ejemplo, y al mismo tiempo en su propia persona unió el rito con la verdad de la salvación. Aquí también, por primera vez, el don del Espíritu Santo acompañó al rito del bautismo. Jesús mismo no bautizaba después de comenzar su obra pública; sus discípulos oficiaban en ese rito. El bautismo llegó a ser una práctica general en la iglesia cristiana, y ha continuado siendo el medio de iniciar a los miembros nuevos al entrar a la iglesia, ya sea en la infancia, o al llegar al uso de razón, o siendo adultos, de acuerdo con las diferentes prácticas de los diversos grupos cristianos. 

*Que el bautismo de Juan no era suficiente para los que se convertían en seguidores completos de Cristo, se demuestra porque Pablo rebautizó a algunos que vinieron a él en Efeso, que sólo habían sido bautizados por el bautismo de Juan y que, como lo descubrió Pablo, no sabían nada del Espíritu Santo. El los instruyó más en el camino del cristianismo, los instruyó acerca del Espíritu Santo, y los rebautizó. En ese momento recibieron el bautismo del Espíritu Santo y hablaron en lenguas (Hech. 19: 1-7). 

NOTA: En Algunos casos, los que no llegaron a entender la doctrina se volvieron a bautizar, como sucede hoy. El problema no era el bautismo; sino el bautizado que no crece y se queda en su primera experiencia. Pero Los Apóstoles no se volvieron a Bautizar, se quedaron solo con el bautismo de Juan).

En la gran comisión que Jesús dio a sus discípulos, les ordenó que bautizaran a los conversos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; pero con frecuencia se registra el bautismo administrado en el nombre de Jesús, como la figura central de la presentación del plan de salvación. Esto no significa que no se usaba la fórmula bautismal regular de la comisión. Significa sencillamente que se destacaba el nombre de Jesús en la obra del Evangelio. 

*El Bautismo era por Inmersión, y desde los primeros casos, como los bautismos del etíope y de Cornelio en Cesarea, efectuados por Felipe y Pedro respectivamente, era una ceremonia sencilla desprovista de un ritual complicado. En cada caso de bautismo que se registra, se daba instrucción antes de administrar el rito. 

 Sin embargo, no mucho después de la era apostólica se produjeron en la iglesia notables CAMBIOS en el rito del bautismo. NO SÓLO se transformó en toda una ceremonia la administración del bautismo, sino que su significado y aun la forma del rito sufrieron un cambio. 

A mediados del siglo II, el autor de la Didajé escribió que para el bautismo sólo debe usarse agua viva, es decir, que corra; y que si no es posible bautizar en agua en movimiento o en agua detenida, es permitido derramar agua sobre la cabeza del candidato (Didajé 7). Aquí hay un cambio profundo en la comprensión del significado del rito, porque derramar agua nunca puede representar adecuadamente la muerte al hombre viejo de pecado y la resurrección a novedad de vida simbolizadas por la inmersión, como lo enseña Pablo (Rom. 6: 3-4). 

* LA DIDAJÉ también pide una triple inmersión, una añadidura que sin duda se usó desde antiguo en la ceremonia. Tertuliano (c. 225 d. C.) habla de la triple inmersión practicada en sus días como una "señal más amplia" del voto bautismal, y acompaña su afirmación con una descripción de una ceremonia bautismal muy complicada (De Corona 3). En esos mismos tiempos se estaba efectuando un cambio mucho más significativo en la práctica y el significado del bautismo.

 TERTULIANO sostenía a comienzos del siglo III que no había necesidad de bautizar a los párvulos, porque el bautismo no era necesario para su salvación. Prefería un bautismo "cuando han llegado a conocer a Cristo" (De baptismo 18). El hecho de que se opusiera al bautismo de los párvulos, señala que se practicaba en ese tiempo. Orígenes (m. c. 254), contemporáneo más joven de Tertuliano, declaró que el bautizar a los niños era una "tradición de los apóstoles" (Comentario sobre Romanos, v. 9).  

Y CIPRIANO instaba, casi al mismo tiempo, que el bautismo no debía ser negado a un párvulo "que se acerca con más facilidad, por esta misma razón, a la recepción del perdón de pecados; que a él le son perdonados, no sus propios pecados, sino los pecados de otro" (Epístola 58, A Fidus). Este concepto de que el bautismo lava el pecado original heredado de Adán se convirtió, especialmente en el Occidente, en la razón dominante para administrar el rito a los niños. 

*El bautismo llegó a ser considerado como un rito salvador. Se creía que el pecador estaba condenado si no recibía el bautismo.  
De este modo el BAUTISMO se transformó de un sencillo rito simbólico, con un profundo significado interno espiritual, en un SACRAMENTO.* 

*A MEDIDA QUE EL CARGO DEL ANCIANO PRINCIPAL EVOLUCIONABA HACIA UN OBISPADO MONÁRQUICO, el Obispo se fue convirtiendo en el depositario exclusivo del derecho de administrar el bautismo o de autorizar su administración. Al convertirse el hantisísmo en algo sacramental, se acrecentó la autoridad del obispo como si tuviera un poder sobrenatural que no poseían otros cristianos. 

*La Evolución Simultánea De La Cena Del Señor convertida en un rito que implicaba un poder sobrenatural (ver "La Cena del Señor"), también favoreció el desarrollo de la preeminencia del clero. El obispo llegó a ser un instrumento necesario para salvar a los pecadores, sin cuya ministracion no podía haber salvación. Esto significó el restablecimiento del sacerdocio en la iglesia cristiana, apesar de que la institución sacerdotal se había hecho innecesaria con el comienzo del ministerio de Jesucristo como Sumo Sacerdote en el santuario celestial. 

 *DE ESTA MANERA HUBO UNA TRIPLE SUCESIÓN DE ERRORES: (1) La falsa doctrina de la herencia del pecado original; 
(2) la perversión del bautismo al cambiar el rito de una sola inmersión del adulto a una triple aspersión de agua sobre la cabeza de un niño; 
(3) el hecho de dar al bautismo un significado sacramental, y hacer del obispo un sacerdote sacramental: una parodia del plan de salvación, una sustitución del sacerdocio de Cristo y una apostasía de la verdadera senda cristiana. Esta apostasía se convirtió en una realidad en la iglesia afines del siglo III. 

2.- EN LA CENA DEL SEÑOR.  
Una evolución paralela tuvo lugar en el caso de la Cena del Señor. La comida de confraternidad se practicaba tanto entre los judíos como entre los paganos. Se pedía que los hebreos emplearan las ofrendas de paz en una comida tal. La cena pascual era una comida cuyos ingredientes estaban estrictamente prescritos y de ella participaba el grupo familiar, o un grupo de amigos que habían ido juntos a Jerusalén para la fiesta. Cuando se acercaba la última pascua del ministerio de Jesús, él expresó su deseo de comerla con sus discípulos (Luc. 22: 15). Se hicieron los preparativos para tal fin, y la noche del jueves de la semana de la crucifixión, la víspera o comienzo de la parte oscura del 14 de Nisán, Jesús comió la pascua con sus discípulos (ver la 1.ª Nota Adicional de Mat. 26). 

*Probablemente al comienzo de la ceremonia, Jesús lavó los pies de sus discípulos. Luego estableció la Cena del Señor. Tomó el pan sin levadura, plano y delgado, de la cena de la pascua judía, y la copa que contenía el "fruto de la vid" Como los evangelistas invariablemente llaman a la bebida de la cena, y compartió esos elementos de la comida con sus discípulos. De acuerdo con la información proporcionada por el apóstol Pablo (1 Cor. 11: 23-26), Cristo los instruyó para que participaran del pan y del "fruto de la vid" como una representación de su cuerpo herido mortalmente cuando llevó los pecados del mundo, y de la sangre que derramó al morir por los hombres. 

*Esos emblemas deberían anunciar la muerte de Cristo hasta que él volviera por segunda vez. SIN EMBARGO, se introdujeron cambios extraños. Veinticinco años después de la muerte de Jesús puede verse que ya se había convertido en una costumbre, por lo menos en Corinto, que los miembros de la iglesia llevaran a esas reuniones alimento y vino para comer y beber (1 Cor. 11: 20-21). 

Pablo reprendió a los corintios por su exclusivismo y egoísmo manifestados en esos festines. La fiesta que acompañaba a la Cena del Señor era llamada agáp', o fiesta de amor. Judas se refiere a ella (vers. 12) y al mismo tiempo indica que había elementos adversos en la fiesta de amor. 

El reproche de Judas y la crítica de Pablo en cuanto a la fiesta de amor, y quizá el sentimiento cristiano en general acerca de los abusos, sin duda hicieron que esta característica del rito se esfumara de la práctica de la iglesia, y sólo quedara la sencilla Cena del Señor. A comienzos del siglo II se usa en las epístolas de Ignacio (A los filadelfos 4; A los esmirnenses 7-8) la palabra griega EUCARISTÍA, "acción de gracias", para la Cena del Señor. De este vocablo deriva "eucaristía", nombre específico para la Cena del Señor.

 
 *EL RITO DE LA CENA DEL SEÑOR CONTINUÓ EVOLUCIONANDO. 
 En el siglo II la Didajé ya daba el nombre de sacrificio a la Cena del Señor (14), y desde el tiempo de Gregorio de Nisa (In Christi resurrectionem, Oratio I) esta expresión se hace más frecuente. 

*De este modo creció la convicción de que la eucaristía significaba una repetición del sacrificio de Cristo. 

*Adviértase la transición: al comienzo la Cena del Señor fue un servicio de acción de gracias, como lo muestra claramente el término "eucaristía". Era un servicio conmemorativo en el que participaban los que creían que ya habían recibido el don de la salvación, por lo cual manifestaban su gratitud participando de los emblemas prescritos. “Sin embargo, gradualmente y a través de los pasos indicados, la cena se convirtió en un medio de salvación, como una repetición del sacrificio del Señor”. 

*En esta forma la cena, como el bautismo, se convirtió en un rito salvador (Como un fin en sí mismo), y de la misma manera hizo necesario un intercesor para administrarlo como un proceso sacramental. Tanto en la eucaristía como en el bautismo, el obispo era el intercesor oficiante, haciendo de sacerdote en el sentido del Antiguo Testamento o aun casi en el sentido pagano. 

*Este cambio de la Cena del Señor como un RECONOCIMIENTO de la salvación recibida a un ritual realizado como un medio de salvación, y de un servicio de acción de gracias A UN SACRAMENTO, no fue, de ninguna manera, una evolución inocente; fue una apostasía

 *Debido a este cambio, realizado sin autorización ni base bíblica en la interpretación de la naturaleza del bautismo y de la Cena del Señor, un sacerdocio cristiano intercesorio -una verdadera contradicción de términos- llegó a ser una necesidad eclesiástica y sacramental. La ambición de destacarse, siempre presente en el corazón humano, hizo que los hombres que tenían autoridad eclesiástica sintieran intensos deseos de cumplir con esas funciones. El sacerdocio humano en la iglesia cristiana se convirtió en un hecho consumado a mediados del siglo III. CBA MHP  

jueves, 26 de abril de 2018

14. ¿QUÉ SIGNIFICA EL PENTECOSTÉS?

 

1Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Hechos 2. 

 PENTECOSTÉS. Gr. pent'kost'- del adjetivo quincuagésimo", el cual es una referencia a los cincuenta días entre el comienzo de la fiesta de los panes sin levadura y la fiesta de las primicias (fiesta de las semanas o Pentecostés). Hasta donde se sepa, esta palabra griega se usó por primera vez para referirse a la fiesta judía de las semanas en Tobías 2: 1 (escrito c. 200 a. C.) y 2 Macabeos 12: 32 (c, 120 a. C), lo cual indica que se había empleado entre los judíos mucho antes de la era cristiana. 

 Se comenta más ampliamente la fiesta de Pentecostés y su posición en el calendario judío en com. Exo. 23: 16; Lev. 23: 16; cf. t. I, p.722; t. II, pp. 109, 112; t. V, diagrama 10, p. 223. 

 *A CONTINUACIÓN, PRESENTAMOS UN BREVE RESUMEN DE LOS HECHOS IMPORTANTES RELACIONADOS CON EL DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU SANTO EN ESA OCASIÓN.

 La fecha de Pentecostés depende de la fecha de la pascua. El cordero pascual era sacrificado el 14 de Nisán. El 15 de Nisán comenzaba la fiesta de los panes sin levadura, y el 16 se mecía delante del Señor una gavilla de las primicias de la cosecha de cebada (Lev. 23: 5-11). Desde el día 16 se contaban, de acuerdo con el cómputo inclusivo, siete semanas y un día, es decir 50 días, hasta la fiesta de las primicias de la cosecha del trigo, que también se llamaba fiesta de las semanas, debido a las siete semanas que transcurrían (Lev. 23: 15-16). Esta era la fiesta que llegó a conocerse con el nombre de Pentecostés. 

En vista de que en el año de la crucifixión, el 16 de Nisán cayó en día domingo (ver la primera Nota Adicional de Mat. 26), Pentecostés, 50 días más tarde, de acuerdo con el cómputo inclusivo, también habría caído en domingo ese año. Sin embargo, este hecho no le da apoyo bíblico a la santidad del día domingo (ver com. Mat. 28: 1). 

 De todas las fiestas judías, la de Pentecostés era la que atraía el mayor número de peregrinos de tierras lejanas. Los peligros propios de los viajes por mar y tierra a comienzos de la primavera o a fines del otoño (Hech. 27: 9), impedían que vinieran muchos de lugares lejanos para la pascua o para la fiesta de los tabernáculos. 

*Pero la temporada de Pentecostés era favorable, y en ninguna otra fiesta habrían estado presentes en Jerusalén tantos representantes de otras naciones. 
No había ninguna otra ocasión cuando el don del Espíritu podría producir efectos tan directos, inmediatos y abarcantes. 

 Además, el tipo de ofrendas, que eran principalmente de paz y de consagración, le daban a la ocasión un carácter de gozo. El pan era leudado, lo cual indicaba un nuevo espíritu de liberación y comunión que se manifestaba en medio de los celebrantes mientras se regocijaban juntos. 

La fiesta de Pentecostés se parecía mucho
 a una fiesta de cosecha. 

Hasta Pablo, que poco se interesaba en festividades como éstas (Rom. 14: 5), tenía deseos de celebrar la fiesta de Pentecostés en Jerusalén a pesar de sus viajes misioneros en Asia y Grecia (Hech. 18: 21; 20: 16). 

 Cada aspecto de la antigua fiesta de las semanas tenía un sentido figurado, lo que la hacía un símbolo de la obra que estaba a punto de consumarse. Como era la fiesta de las primicias, era apropiado que fuera la ocasión de la primera cosecha de los campos que ya estaban "blancos para la siega" (Exo. 23:16; Juan 4: 35). 

Cuando los israelitas recordaban en esta fiesta que habían sido esclavos en Egipto, podían sentir otra vez la libertad que les había dado el éxodo (Deut. 16: 9-12) y su liberación de la esclavitud (Lev. 23: 21). 

 *Por lo tanto, era un momento apropiado para el derramamiento del Espíritu del Señor, pues "donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad" (2 Cor. 3: 17). 
Ese Espíritu habría de guiar a la iglesia en la verdad, la cual ciertamente libera a todos los que la reciben (Juan 8: 32). 

 Es interesante recordar que los rabinos, quienes computaron el intervalo entre la primera pascua y la entrega de la ley en el Sinaí, llegaron a la conclusión de que Dios "habló" (expuso con palabras) la ley al pueblo (Exo. 20: 1) en el día que más tarde fue observado como Pentecostés (Talmud, Pesaj 68b). 

 Se cree que por medio de esta tradición la fiesta adquirió una naturaleza conmemorativa. 

 Pentecostés era un día importante en la vida de los israelitas, y se constituyó en un símbolo apropiado de un día aún más importante, cuando el Espíritu de Dios descendió sobre todos los que estaban preparados para recibirlo. CBA MHP

miércoles, 25 de abril de 2018

13. ¡ROMA Y LOS CRISTIANOS!


¿Por Qué Fueron Perseguidos Los Cristianos, 
Por El Imperio Romano? 

Los factores que ayudaron en la tarea de los apóstoles fueron: un gobierno relativamente estable, un sistema administrativo común, la justicia romana, una ciudadanía que cada vez se otorgaba con más facilidad, la paz preservada por legiones bien disciplinadas los caminos que llegaban hasta cada rincón del mundo entonces conocido, y su idioma -el griego- que se entendía casi en todas partes. 

 *Al principio la nueva religión aprovechó su vinculación con el judaísmo. La raza escogida había sido dispersada en muchos lugares del imperio, y sus creencias básicas con el tiempo fueron toleradas por los romanos. 
 *El cristianismo, como un desprendimiento de la fe más antigua, compartió esta tolerancia; pero después el judaísmo cayó en desgracia. Los judíos fueron expulsados de Roma durante el reinado de Claudio (Hech. 18: 2), y las vehementes aspiraciones nacionales de ello ocasionaron la rebelión en Palestina y las desastrosas guerras de los años 66-70 d. C., que culminaron con la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C. 

 *Cuando empeoro la situación del judaísmo, la posición del cristianismo se hizo más peligrosa. Era una religión no reconocida legalmente, y sus miembros no estaban amparados por la ley. Cuando surgían dificultades, como cuando Roma fue incendiada en el año 64 d. C., fue fácil echarle la culpa a la comunidad cristiana; y la persecución que sobrevino estableció un terrible precedente que se siguió Fielmente en los años sucesivos. 

 *En estos tiempos en los que vivimos, hay liberta de conciencia, de opinión y religión. El cristianismo es reconocido 
y amparado en la mayoría de las naciones.
 *Que privilegio tenemos todos en estos tiempos, que nadie nos persigue por creer en Dios. Un legado tan caro, debemos apreciarlo, llevando el evangelio como lo hicieron los cristianos del ayer. Amén. CBA MHP

martes, 24 de abril de 2018

12. ¿QUÉ ENTIENDES POR APACENTAR Y PASTOREAR LA GREY DEL SEÑOR?


15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. 16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Juan 21

 *LA DIFERENCIA de significado entre "apacentar" y "pastorear" es muy pequeña en nuestro idioma. “El primero de los verbos se refiere más al hecho de dar pasto a los ganados. El segundo también da esa idea, pero le añade el cuidado general que debe tenerse de ellos” 

 RESTAURANDO A PEDRO 
*Cuando las faltas son privadas, se arreglan privadamente, pero cuando son faltas públicas, como el caso de Pedro al negar a su maestro, se arreglan públicamente. *Cristo tenía otra lección que dar, especialmente relacionada con Pedro. La forma en que Pedro había negado a su Maestro había ofrecido un vergonzoso contraste con sus anteriores profesiones de lealtad. Había deshonrado a Cristo e incurrido en la desconfianza de sus hermanos.

 *Ellos pensaban que no se le debía permitir asumir su posición anterior entre ellos, y él mismo sentía que había perdido su confianza. Antes de ser llamado a asumir de nuevo su obra apostólica, debía dar delante de todos ellos pruebas de su arrepentimiento. Sin esto, su pecado, aunque se hubiese arrepentido de él, podría destruir su influencia como ministro de Cristo. 
 *El Salvador le dio oportunidad de recobrar la confianza de sus hermanos y, en la medida de lo posible, eliminar el oprobio que había atraído sobre el Evangelio. *En esto es dada una lección para todos los que siguen a Cristo. El Evangelio no transige con el mal. No puede disculpar el pecado. “Los pecados secretos han de ser confesados en secreto a Dios. Pero el pecado abierto requiere una confesión abierta”. 

 *El oprobio que ocasiona el pecado del discípulo recae sobre Cristo. Hace triunfar a Satanás, y tropezar a las almas vacilantes. El discípulo debe, hasta donde esté a su alcance, eliminar ese oprobio dando prueba de su arrepentimiento. Mientras Cristo y los discípulos estaban comiendo juntos a orillas del mar, el Salvador dijo a Pedro, refiriéndose a sus hermanos: "Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos?" 752 Pedro había declarado una vez: "Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado."*(Mateo 26:33). Pero ahora supo estimarse con más verdad. "Sí, Señor -¬dijo:-- tú sabes que te amo." No aseguró vehementemente que su amor fuese mayor que el de sus hermanos. 

No expresó su propia opinión acerca de su devoción. Apeló a Aquel que puede leer todos los motivos del corazón, para que juzgase de su sinceridad: "Tú sabes que te amo." Y Jesús le ordeno: "Apacienta mis corderos." Nuevamente Jesús probó a Pedro, repitiendo sus palabras anteriores: "Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?" Esta vez no preguntó a Pedro si le amaba más que sus hermanos.

 La segunda respuesta fue como la primera, libre de seguridad extravagante: "Sí, Señor: tú sabes que te amo." Y Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas." Una vez más el Salvador le dirige la pregunta escrutadora: "Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?" Pedro se entristeció; pensó que Jesús dudaba de su amor. Sabía que su Maestro tenía motivos para desconfiar de él, y con corazón dolorido contestó: "Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo." Y Jesús volvió a decirle: "Apacienta mis ovejas." 

 Tres veces había negado Pedro abiertamente a su Señor, y tres veces Jesús obtuvo de él la seguridad de su amor y lealtad, haciendo penetrar en su corazón esta aguda pregunta, como una saeta armada de púas que penetrase en su herido corazón. Delante de los discípulos congregados, Jesús reveló la profundidad del arrepentimiento de Pedro, y demostró cuán cabalmente humillado se hallaba el discípulo una vez jactancioso. 

Pedro era naturalmente audaz e impulsivo, y Satanás se había valido de estas características para vencerle. Precisamente antes de la caída de Pedro, Jesús le había dicho: "Satanás os ha pedido para zarandaros como a trigo; mas yo he rogado por ti que tu fe no falte: y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos."*(Lucas 22:31,32). Había llegado ese momento, y era evidente la transformación realizada en Pedro. Las preguntas tan apremiantes por las cuales el Señor le había probado, no habían arrancado una sola respuesta impetuosa o vanidosa; y a causa de su humillación y arrepentimiento, Pedro estaba mejor preparado que nunca antes para actuar como pastor del rebaño.

 *La primera obra que Cristo confió a Pedro al restaurarle en 753 su ministerio consistía en apacentar a los corderos. Era una obra en la cual Pedro tenía poca experiencia. Iba a requerir gran cuidado y ternura, mucha paciencia y perseverancia. Le llamaba a ministrar a aquellos que fuesen jóvenes en la fe, a enseñar a los ignorantes, a presentarles las Escrituras y educar los para ser útiles en el servicio de Cristo. 

 "Hasta entonces Pedro no había sido apto para hacer esto, ni siquiera para comprender su importancia. Pero ésta era la obra que Jesús le ordenaba hacer ahora". 

Había sido preparado para ella por el sufrimiento y el arrepentimiento que había experimentado. Antes de su caída, Pedro había tenido la costumbre de hablar inadvertidamente, bajo el impulso del momento. Siempre estaba listo para corregir a los demás, para expresar su opinión, antes de tener una comprensión clara de sí mismo o de lo que tenía que decir. 

 Pero el Pedro convertido era muy diferente. Conservaba su fervor anterior, pero la gracia de Cristo regía su celo. Ya no era impetuoso, confiado en sí mismo, ni vanidoso, sino sereno, dueño de sí y dócil. Podía entonces alimentar tanto a los corderos como a las ovejas del rebaño de Cristo.

 La manera en que el Salvador trató a Pedro encerraba una lección para él y sus hermanos. Les enseñó a tratar al transgresor con paciencia, simpatía y amor perdonador. 

Aunque Pedro había negado a su Señor, el amor de Jesús hacia él no vaciló nunca. Un amor tal debía sentir el subpastor por las ovejas y los corderos confiados a su cuidado. Recordando su propia debilidad y fracaso, Pedro debía tratar con su rebaño tan tiernamente como Cristo le había tratado a él. 

 *La pregunta que Cristo había dirigido a Pedro era significativa. Mencionó sólo una condición para ser discípulo y servir. "¿Me amas?" dijo. Esta es la cualidad esencial. Aunque Pedro poseyese todas las demás, sin el amor de Cristo no podía ser pastor fiel sobre el rebaño del Señor. El conocimiento, la benevolencia, la elocuencia, la gratitud y el celo son todos valiosos auxiliares en la buena obra; pero sin el amor de Jesús en el corazón, la obra del ministro cristiano fracasará seguramente. EGWDTG MHP

lunes, 23 de abril de 2018

11. SERÁ MOTIVO PARA CONSAGRAR Y SANTIFICAR EL DOMINGO; ¿EL HECHO QUE JESÚS SE REUNIERA POR SEGUNDA VEZ CON SUS DISCÍPULOS, DESPUÉS DE SU RESURRECCIÓN?

 
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Juan 20:26. 

 *Es decir "ocho días", según el cómputo inclusivo, o sea, el domingo siguiente (ver p. 240; Nota Adicional com. Mat. 28). De acuerdo con el cómputo judío, la nueva reunión se realizó una semana más tarde, quizá otra vez por la noche (ver com. vers. 19). 

*Algunos han atribuido un significado especial al hecho de que está segunda reunión de Jesús con los discípulos ocurriera en el primer día de la semana. Han insistido en que ese fue el comienzo de la conmemoración del día de la resurrección, la ocasión para la santificación y la consagración del domingo como un día de culto. 
 Si tal hubiera sido el propósito de la reunión, de seguro esperaríamos alguna mención de un hecho tan importante; pero no hay el menor indicio de un propósito tal. 

 Por otro lado, el relato suministra una razón válida para que se efectuara la reunión: Tomás, el discípulo escéptico, estuvo presente, y Jesús vino para robustecer su fe. 
 27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Juan 20. 

 *Un hecho tan importante como la santificación del domingo, si eso fuera el caso. Jesús lo hubiera reiterado más de una vez; pero no lo hizo, porque no lo santificó. 
 *Solo existe un registro extra bíblico del siglo IV. Dado por El Emperador Constantino. 

EDICTO DE CONSTANTINO.- 
La ley dada por Constantino el 7 de marzo del año 321 de J. C relativa al día de descanso, era como sigue: "Que todos los jueces, y todos los habitantes de la ciudad, y todos los mercaderes y artesanos descansen el venerable día del sol. Empero que los labradores atiendan con plena libertad al cultivo de los campos; ya que acontece a menudo que ningún otro día es tan adecuado para la siembra del grano o para plantar la viña; de aquí que no se deba dejar pasar el tiempo favorable concedido por el cielo. Codex Justinianus, lib. 3, tít. 12, párr. 2 (3).

 "Descansen todos los jueces, la plebe de las ciudades, y los oficios de todas las artes el venerable día del sol. Pero trabajen libre y lícitamente en las faenas agrícolas los establecidos en los campos, pues acontece con frecuencia, que en ningún otro día se echa el grano a los surcos y se plantan vides en los hoyos más convenientemente, a fin de que con ocasión del momento no se pierda el beneficio concedido por la celestial providencia." 
-Código de Justiniano, lib. 3, tít. 12, párr. 2 (3) (en la edición, en Latín y castellano, por García del Corral, del Cuerpo del derecho civil romano, tomo 4, pág. 333, Barcelona, 1892). El original en latín se halla además en J. L. v. Mosheim: Institutionem Historia Ecclesiastica antiquioris et recensioris, sig. 4, parte 2, cap. 4, sec. 5, y en otras muchas obras. 

 *El Diccionario Enciclopédico Hisp.- Amer., art. Domingo, dice: "El emperador Constantino, en el año 321, fue el primero que ordenó una rigurosa observación del domingo, prohibiendo toda clase de negocios jurídicos, ocupaciones y trabajos; únicamente se permitía a los labradores que trabajaran los domingos en faenas agrícolas, si el tiempo era favorable. Una ley posterior del año 425 prohibió la celebración de toda clase de representaciones teatrales, y finalmente en el siglo VIII se aplicaron en todo su rigor al domingo cristiano las prohibiciones del Sábado judaico." CS * 

NEANDER, notable profesor de historia Eclesiástica de Berlín, opina: “La fiesta del domingo, como toda las fiestas, no fue jamás sino una ordenanza humana; los apóstoles no soñaron como erigir un mandamiento divino al respecto, como tampoco soñó la Iglesia Apostólica Primitiva como trasladar al domingo las prescripciones del sábado”. Dios jamás puede aprobar dichos cambios. Nuestro Señor Jesús fustigó severamente a quienes anteponían enseñanzas humanas a las divinas (Salmos 89:33,34; San Mateo 15:3,9). 
 Cada ser humano tiene que decidir si respetará lo que Dios mandó o lo que cambiaron los hombres (Hechos 5:29; 1Juan 2:6). 
CBA MHP

viernes, 20 de abril de 2018

10. ¿QUÉ ES VERDAD?


30 Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él. 31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8. 

 *Verdad Palabra frecuente en Juan. En su significado básico, verdad es lo que corresponde con la realidad. 
 Como en este caso, Juan con frecuencia usa la palabra en un sentido más amplio para indicar lo que es verdadero en las cosas que atañen a Dios y a los deberes del hombre, o, en un sentido más restringido, las realidades enseñadas en la religión cristiana acerca de Dios y la ejecución de los propósitos divinos mediante Cristo. 
 Esta revelación había sido dada por Jesús (cap. 1: 17). 
 En realidad, él era "la verdad" (cap. 14: 6). 
 Estaba "lleno de gracia y de verdad" (cap. 1: 14). Estas realidades concernientes a la religión cristiana también son reveladas por el Espíritu, el cual en sí mismo es verdad (1 Juan 5: 6; cf. Juan 14: 17, 26) y por la Palabra (Juan 17: 17; ver com. cap. 1: 14). 

 OS HARÁ LIBRES. 
Las gloriosas verdades del Evangelio habían sido anticipadas en los escritos de Moisés y los profetas. Pablo describe la era del AT como una era de "gloria", y advierte que la nueva era la sobrepujará grandemente (2 Cor. 3: 9). Pero muchas de las verdades concernientes a la religión de Jehová habían sido oscurecidas por las innovaciones de los judíos.

La mente del pueblo estaba cegada, y un velo cubría su corazón cuando leía el AT (2 Cor. 3: 14-15). Estaban atados por las pesadas tradiciones de los ancianos (Mat. 23: 4; ver com. Mar. 7: 1-13) y por sus pecados (Rom. 2: 17-24; cf. Rom. 6: 14; Gál. 4: 21). 
 Jesús vino para libertarlos. Declaró que su ministerio era "pregonar libertad a los cautivos" (Luc. 4: 18) y prometió libertad a los que aceptaban la verdad (cf. 2 Cor. 3: 17; Gál. 5: 1). 

*En La Biblia, encontramos las columnas o bases de la verdad. 
Que en resumidas cuentas es Dios. La fuente suprema de la cual emanan: Cinco son las columnas de la verdad: 
1. Dios. (Jeremías 10:10). 
2. Jesús. (San Juan 14:6). 
3. El Espíritu Santo (1 Juan 5:6; San Juan 16:13).
4. La Biblia. (San Juan 17:17). 
5. La Ley de Dios. (Salmos 119:151, 142; Romanos 7:12). 
 CBA Ministerio Hno. Pio 

lunes, 16 de abril de 2018

09. ¿DIOS TIENE PREFERIDOS? ¿A OTROS SALVA Y A OTROS NO? ¿EXISTE EL PREDESTINO?

 

“Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón,
Y se conviertan, y yo los sane”. 
Juan 12:39,40. 

 ¿POR QUÉ NO PODÍAN CREER LOS JUDÍOS
EN JESÚS? 
La presciencia de Dios no impide el libre albedrío. La profecía de Isaías era sencillamente una predicción de lo que había anticipado la presciencia de Dios. "Las profecías no determinan el carácter de los hombres que las cumplen. Los hombres proceden de acuerdo con su libre albedrío" (EGW RH 13-11-1900; 
ver com. Mat. 1: 22; Juan 3: 17-20). 

 *Mt. 1:22. Las predicciones acerca de Cristo habían sido hechas en forma sobrenatural; su cumplimiento ocurrió mayormente en forma natural, hasta donde pudieran ver los hombres, pero siempre por medio de acontecimientos ordenados por el que "gobierna el reino de los hombres" (Dan. 4: 17; DTG 120-121; ver com. Luc. 2: 49). Ciertas cosas ocurrieron, no a fin de cumplir la profecía, sino en cumplimiento de la profecía. Por esto, la declaración de Mateo "para que se cumpliese" se debería traducir mejor "en cumplimiento de" (ver com. Deut. 18: 15). 

 ¡OH, AMOR DE DIOS! 
*Juan 3:17-20. El propósito de Dios al enviar a su Hijo al mundo es salvar al mundo. Si debido a la venida del Salvador algunos hombres incurren en condenación, no se puede atribuir la culpa a Dios. La condenación no resulta de la venida de la Luz verdadera (ver com. cap. 1: 4-9) sino de que los hombres deliberadamente se apartaron de la luz porque prefirieron las tinieblas. 

 *Los judíos pensaban que el Mesías vendría como un Juez para condenar a los descreídos (ver com. Luc. 4: 19), y que los ángeles se regocijarían por la destrucción de los perdidos (ver com. cap. 15: 7). Pero Cristo no vino a condenar al mundo, como lo merecía, sino a salvarlo (cf. DTG 16). 

 *Dios quiere que todos los hombres sean salvados, y mediante la gran dádiva de su Hijo dispuso su salvación. 
 Pero la voluntad de Dios debe ser confirmada por la voluntad de cada uno individualmente a fin de que pueda ser efectiva. La salvación sólo es para los que creen y reciben a Cristo (ver com. Juan 1: 12; 3: 16). 

 ¡EL SER HUMANO DECIDE! 
*Así como los que creen en Cristo son justificados en virtud de su fe en él, así también los que no creen automáticamente son condenados debido a su falta de fe. Nunca fue la voluntad del Padre que algunos rechazaran a Cristo, y los que lo hacen traen así condenación sobre sí mismos. La ausencia de fe salvadora es la que provoca la condenación. "Todo lo que no proviene de fe, es pecado" (Rom. 14: 23). 

 El propósito de la venida del Salvador al mundo no fue traer condenación; pero para los incrédulos es un resultado inevitable de su venida. Dios ha predeterminado que los que creen sean salvos y que los que no creen se pierdan; pero ha dejado con cada ser humano la facultad de elegir el creer o no creer. En este sentido, el caso de cada creyente y de cada incrédulo, de cada santo y de cada pecador fue decidido cuando se determinó el plan de salvación, pero se dejó con cada individuo la facultad de elegir ser santo o pecador. Esta es la predestinación bíblica. 

 *En el juicio final, se pronunciará una sentencia sobre los hombres individualmente, así como hace mucho se pronunció sobre ellos una sentencia colectiva. Ver com. Juan 3: 19; 5: 29; Efe. 1: 3-12. *Juan explica cómo viene la condenación sobre los hombres. No es porque Dios quiera que los hombres se pierdan (ver com. cap. 3: 18), sino porque algunos han preferido las tinieblas a la luz. 

 *La sentencia no es arbitraria, sino el resultado inevitable de la ley que estipula que "la paga del pecado es muerte" (Rom. 6: 23).
 La suerte de cada hombre queda sellada por la forma en que reacciona ante la luz. Mientras los hombres permanecen sin la luz, no hay condenación (Sal. 87: 4, 6; Eze. 3: 18-21; 18: 2-32; 33: 12-20; Luc. 23: 34; Juan 15: 22; Rom. 7: 7-9; 1 Tim. 1: 13), pero cuando la luz de la verdad brilla en sus corazones, "no tienen excusa por su pecado" 
(Juan 15: 22). 

 Los que no están dispuestos a renunciar a sus malos caminos prefieren las tinieblas, y al hacerlo, se enceguecen a sí mismos frente a la luz (2Cor. 4: 4). Por otro lado, Jesús ha prometido que el que elige seguirle "no andará en tinieblas" (Juan 8: 12) y que nadie lo "arrebatará" de su mano (cap. 10: 28). 
 *Sólo el que aborrece la luz será cegado por el maligno (ver com. vers. 19). Rehúye la luz por la misma razón por la que un ladrón rehúye a un policía. CBA MHP

jueves, 12 de abril de 2018

08. ¡LA INFLUENCIA DE LAS PALABRAS!


Estrechamente relacionada con la amonestación de Cristo acerca del pecado contra el Espíritu Santo, se halla la amonestación contra las palabras ociosas y perversas. 
Las palabras son un indicio de lo que hay en el corazón. "Porque de la abundancia del corazón habla la boca." Pero las palabras son más que un indicio del carácter; tienen poder para reaccionar sobre el carácter. Los hombres sienten la influencia de sus propias palabras. 

Con frecuencia, bajo un impulso momentáneo, provocado por Satanás, expresan celos o malas sospechas, dicen algo que no creen en realidad; pero la expresión reacciona sobre los pensamientos. Son engañados por sus palabras, y llegan a creer como verdad lo que dijeron a instigación de Satanás. Habiendo expresado una vez una opinión o decisión, son, con frecuencia, demasiado orgullosos para retractarse, y tratan de demostrar que tienen razón, hasta que llegan a creer que realmente la tienen. 

Es peligroso pronunciar una palabra de duda, peligroso poner en tela de juicio y criticar la verdad divina. La costumbre de hacer críticas descuidadas e irreverentes reacciona sobre el carácter y fomenta la irreverencia e incredulidad. 
Más de un hombre que seguía esta costumbre ha proseguido, inconsciente del peligro, hasta que estuvo dispuesto a criticar y rechazar la obra del Espíritu Santo. Jesús dijo: "Toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado." EGWDTG 290  MHP

miércoles, 4 de abril de 2018

07. ¿CÓMO LLEGAMOS A SER HIJOS DE DIOS? ¿SOLO POR DECIR YO CREO EN JESÚS, O HAY MÁS PASOS QUE SEGUIR?


Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Juan 1:12. 

A  TODOS LOS QUE LE RECIBIERON
No meramente como a un hombre o aun como a un profeta, sino como al Hijo de Dios, al Enviado de Dios, al Mesías. Juan aquí presenta como un error la creencia de que sencillamente porque Cristo murió por todos los hombres, todos serán salvos. 

 También presenta como igualmente falsa la creencia de que Dios predestina a ciertos hombres para que sean salvos y a otros para que sean condenados. Enfáticamente, Juan declara que el factor decisivo radica en los hombres mismos. "A todos" los que le reciben y creen en él se les da el derecho de ser hijos. 

 *A LOS QUE CREEN 
 Esta palabra aparece más de cien veces en el Evangelio de Juan para hacer resaltar la importancia vital de una respuesta positiva a la voz de Dios. En su nombre. Creer en el nombre de alguien significa creer lo que esa persona dice. Los demonios creen que hay un Dios (Sant. 2: 19), pero esto es completamente diferente de creer "en el nombre de Dios". 
 La primera es una vivencia intelectual; la segunda es moral y espiritual. Creer en el nombre de Cristo es posesionarse de los recursos de la salvación en Cristo Jesús. 
 "La fe es la condición con la cual Dios ha creído conveniente prometer el perdón a los pecadores. No hay virtud alguna en la fe por la cual se pueda merecer la salvación, pero la fe puede aferrarse de los méritos de Cristo, el remedio concedido para el pecado" (EGW RH 4-11-1890). 

EN SU "NOMBRE" 
se usa aquí en un sentido idiomático arameo; significa la persona misma. 

LES DIO POTESTAD. 
Gr. exousía, "autoridad", "derecho", "poder de elección"; no dúnamis, "poder" o "fuerza". En cap. 5: 27 se traduce exousía muy apropiadamente como "autoridad".
 Debido al pecado, el hombre había perdido todos sus derechos y merecía la pena de muerte. El plan de salvación hizo que el hombre recuperara la oportunidad de conocer a Dios y de servirle por su propia elección. 

 DE SER HECHOS 
"De hacerse" (BJ) o "de llegar a ser". 
 Dios no hace arbitrariamente a los hombres sus hijos. Los capacita para que lleguen a ser sus hijos por su propia elección. 

 HIJOS DE DIOS.
 El griego dice: "niños de Dios". Expresión favorita de Juan (Juan 11: 52; 1 Juan 3: 1-2, 10; 5: 2), quien nunca -en el griego- usa "hijos de Dios" cuando se refiere a cristianos. Llegar a ser "niño de Dios" es aceptar la relación del pacto (ver com. Ose. 1: 10) mediante el nuevo nacimiento o el Bautismo. (Juan 3: 3).

 ¿SERÁ NECESARIO NACER DE NUEVO PARA LLEGAR A SER HIJOS DE DIOS? 
26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Gálatas 3. CBA MHP