jueves, 26 de abril de 2018

14. ¿QUÉ SIGNIFICA EL PENTECOSTÉS?

 

1Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Hechos 2. 

 PENTECOSTÉS. Gr. pent'kost'- del adjetivo quincuagésimo", el cual es una referencia a los cincuenta días entre el comienzo de la fiesta de los panes sin levadura y la fiesta de las primicias (fiesta de las semanas o Pentecostés). Hasta donde se sepa, esta palabra griega se usó por primera vez para referirse a la fiesta judía de las semanas en Tobías 2: 1 (escrito c. 200 a. C.) y 2 Macabeos 12: 32 (c, 120 a. C), lo cual indica que se había empleado entre los judíos mucho antes de la era cristiana. 

 Se comenta más ampliamente la fiesta de Pentecostés y su posición en el calendario judío en com. Exo. 23: 16; Lev. 23: 16; cf. t. I, p.722; t. II, pp. 109, 112; t. V, diagrama 10, p. 223. 

 *A CONTINUACIÓN, PRESENTAMOS UN BREVE RESUMEN DE LOS HECHOS IMPORTANTES RELACIONADOS CON EL DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU SANTO EN ESA OCASIÓN.

 La fecha de Pentecostés depende de la fecha de la pascua. El cordero pascual era sacrificado el 14 de Nisán. El 15 de Nisán comenzaba la fiesta de los panes sin levadura, y el 16 se mecía delante del Señor una gavilla de las primicias de la cosecha de cebada (Lev. 23: 5-11). Desde el día 16 se contaban, de acuerdo con el cómputo inclusivo, siete semanas y un día, es decir 50 días, hasta la fiesta de las primicias de la cosecha del trigo, que también se llamaba fiesta de las semanas, debido a las siete semanas que transcurrían (Lev. 23: 15-16). Esta era la fiesta que llegó a conocerse con el nombre de Pentecostés. 

En vista de que en el año de la crucifixión, el 16 de Nisán cayó en día domingo (ver la primera Nota Adicional de Mat. 26), Pentecostés, 50 días más tarde, de acuerdo con el cómputo inclusivo, también habría caído en domingo ese año. Sin embargo, este hecho no le da apoyo bíblico a la santidad del día domingo (ver com. Mat. 28: 1). 

 De todas las fiestas judías, la de Pentecostés era la que atraía el mayor número de peregrinos de tierras lejanas. Los peligros propios de los viajes por mar y tierra a comienzos de la primavera o a fines del otoño (Hech. 27: 9), impedían que vinieran muchos de lugares lejanos para la pascua o para la fiesta de los tabernáculos. 

*Pero la temporada de Pentecostés era favorable, y en ninguna otra fiesta habrían estado presentes en Jerusalén tantos representantes de otras naciones. 
No había ninguna otra ocasión cuando el don del Espíritu podría producir efectos tan directos, inmediatos y abarcantes. 

 Además, el tipo de ofrendas, que eran principalmente de paz y de consagración, le daban a la ocasión un carácter de gozo. El pan era leudado, lo cual indicaba un nuevo espíritu de liberación y comunión que se manifestaba en medio de los celebrantes mientras se regocijaban juntos. 

La fiesta de Pentecostés se parecía mucho
 a una fiesta de cosecha. 

Hasta Pablo, que poco se interesaba en festividades como éstas (Rom. 14: 5), tenía deseos de celebrar la fiesta de Pentecostés en Jerusalén a pesar de sus viajes misioneros en Asia y Grecia (Hech. 18: 21; 20: 16). 

 Cada aspecto de la antigua fiesta de las semanas tenía un sentido figurado, lo que la hacía un símbolo de la obra que estaba a punto de consumarse. Como era la fiesta de las primicias, era apropiado que fuera la ocasión de la primera cosecha de los campos que ya estaban "blancos para la siega" (Exo. 23:16; Juan 4: 35). 

Cuando los israelitas recordaban en esta fiesta que habían sido esclavos en Egipto, podían sentir otra vez la libertad que les había dado el éxodo (Deut. 16: 9-12) y su liberación de la esclavitud (Lev. 23: 21). 

 *Por lo tanto, era un momento apropiado para el derramamiento del Espíritu del Señor, pues "donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad" (2 Cor. 3: 17). 
Ese Espíritu habría de guiar a la iglesia en la verdad, la cual ciertamente libera a todos los que la reciben (Juan 8: 32). 

 Es interesante recordar que los rabinos, quienes computaron el intervalo entre la primera pascua y la entrega de la ley en el Sinaí, llegaron a la conclusión de que Dios "habló" (expuso con palabras) la ley al pueblo (Exo. 20: 1) en el día que más tarde fue observado como Pentecostés (Talmud, Pesaj 68b). 

 Se cree que por medio de esta tradición la fiesta adquirió una naturaleza conmemorativa. 

 Pentecostés era un día importante en la vida de los israelitas, y se constituyó en un símbolo apropiado de un día aún más importante, cuando el Espíritu de Dios descendió sobre todos los que estaban preparados para recibirlo. CBA MHP

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