sábado, 26 de enero de 2019

35. LA IMPORTANCIA DE LEVÍTICO 16 EN LA SALVACIÓN


Levítico 16 es uno de los grandes capítulos de la Biblia. En él se revela en forma impresionante y hermosa el plan de salvación. En sus 34 versículos están escondidas algunas de las cosas recónditas de Dios. 

 La profundidad de significado que se revela en las ceremonias descritas revela un autor divino. La mente debe esforzarse a lo sumo para llegar a comprender sus enseñanzas. 

*Algunos de los hombres de antaño sabían más acerca de Dios y de la salvación que muchos sabios de hoy. 

 De Moisés, Cristo dijo: "De mí escribió" (Juan 5: 46). 

 Lo que Moisés escribió era tan claro que por lo escrito Felipe y Natanael pudieron reconocer al Mesías cuando lo vieron (Juan 1:45).

 Pablo afirmó que no predicaba "nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos" 
(Hech. 26: 22, 23). CBA MHP

miércoles, 16 de enero de 2019

34. ¿NUESTRO LUGAR EN LA VIDA ES EL LUGAR DESIGNADO POR DIOS?

 

"Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno". *Ecles. 11:6.

 El lugar definido señalado para nosotros en la vida lo determinan nuestras aptitudes. 

 No todos alcanzan el mismo desarrollo, ni hacen con igual eficiencia el mismo trabajo. Dios no espera que el hisopo adquiera las proporciones del cedro, ni que el olivo alcance la altura de la majestuosa palmera. Pero todos deberíamos aspirar a la altura a que la unión del poder humano con el divino nos permita alcanzar.

 Muchos no llegan a ser lo que debieran porque no emplean el poder que hay en ellos. No echan mano, como deberían hacerlo, de la fuerza divina.

 Muchos se desvían de la actividad en la cual alcanzarían verdadero éxito. En procura de más honores, o de una tarea más agradable, intentan algo para lo cual no están preparados. 

 Más de un hombre cuyos talentos se adaptan a una vocación determinada, desea ser profesional; y el que hubiera tenido éxito como agricultor, artesano o enfermero, ocupa inadecuadamente el puesto de pastor, abogado o médico. 

 Hay otros que debieran haber ocupado un puesto de responsabilidad, pero por falta de energía, aplicación o perseverancia, se contentan con un puesto más fácil. Es necesario que sigamos más estrictamente el plan de vida de Dios. 

 Esmerarnos en hacer el trabajo que tenemos más a mano, encomendar nuestros caminos a Dios y estar atentos a las indicaciones de su providencia, son reglas que aseguran el logro de una buena ocupación. 

 El que descendió del cielo para ser nuestro ejemplo pasó casi treinta años de su vida dedicado al 268 trabajo manual común, pero durante ese tiempo estudió la Palabra y las obras de Dios, y ayudó y enseñó a todos los que estaban dentro de la esfera de su influencia. 

 Cuando empezó su ministerio público, anduvo sanando a los enfermos, consolando a los tristes y predicando el Evangelio a los pobres. Esta es la obra de todos sus seguidores. 

 "Sea el mayor entre vosotros como el más joven" dijo, "y el que dirige, como el que sirve. Porque... yo estoy entre vosotros como el que sirve". *Luc. 22:26,27. 

 El amor y la lealtad a Cristo son la fuente de todo servicio verdadero. En el corazón conmovido por su amor nace el deseo de trabajar por él.

 Estimúlese y diríjase debidamente ese deseo. Ya sea en el hogar, el vecindario o la escuela, la presencia del pobre, el afligido, el ignorante o el desventurado no debería ser considerada como una desgracia, sino como el medio de proveer una preciosa oportunidad para el servicio. ED EGW   MHP

martes, 15 de enero de 2019

33. INOCENTE Y CULPABLE


O si tocare inmundicia de hombre, cualquiera inmundicia suya con que fuere inmundo, y no lo echare de ver, si después llegare a saberlo, será culpable. Lev. 5:3.

 Tal vez un hombre no se daba cuenta de lo que había hecho y, por lo tanto, podría considerárselo disculpable. 

 Sin embargo, aunque no se diese cuenta de ello, podría constituir una amenaza para otros por ser portador de infección. De ahí que en ciertos casos podría no ser totalmente inocente y se le debía enseñar una lección que lo impresionase tanto a él como a otros. 

 Sin embargo, no es del todo culpable aquel que es ignorante, a menos que lo sea voluntariamente, habiendo tenido la oportunidad de informarse. 

 Algunos adrede cierran los ojos a la luz, convenciéndose a sí mismos de que, al no verla, no serán responsables de ella. 

 Pero en el juicio todos tendremos que dar cuenta, no sólo de lo que sabemos sino también de lo que podríamos haber sabido si hubiésemos hecho el esfuerzo de aprender. CBA  MHP