Juan 1:29-51.
Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a
aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el
hijo de José, de Nazaret. (Juan 1:45).
Felipe llamo a Natanael. . . Si Natanael hubiese
confiado en los rabinos para ser dirigido, nunca habría hallado a Jesús. Viendo
y juzgando por sí mismo, fue como llegó a ser discípulo. Así sucede hoy día en
el caso de muchos a quienes los prejuicios apartan de lo bueno. ¡Cuán diferentes
serían los resultados si ellos quisieran venir y ver! . . .
Como Natanael, necesitamos estudiar la Palabra de
Dios por nosotros mismos, y pedir la iluminación del Espíritu Santo. Aquel que
vio a Natanael debajo de la higuera, nos verá en el lugar secreto de oración. Los
ángeles del mundo de luz están cerca de aquellos que con humildad solicitan la
dirección divina.
Con el llamamiento de Juan, Andrés, Simón, Felipe y
Natanael, empezó la fundación de la iglesia cristiana. Juan dirigió a dos de
sus discípulos a Cristo. Entonces uno de éstos, Andrés, halló a su hermano, y
lo llevo al Salvador. Luego Felipe fue llamado, y buscó a Natanael.
Estos Ejemplos Deben Enseñarnos
La Importancia Del Esfuerzo Personal, De Dirigir Llamamientos Directos A
Nuestros Parientes, Amigos Y Vecinos. . .
Son Muchos los que necesitan el Ministerio
de corazones cristianos amantes.
Muchos han descendido a la ruina cuando podrían haber sido
salvados, si sus vecinos, hombres y mujeres comunes, hubiesen hecho algún esfuerzo
personal en su favor.
Muchos están aguardando a que se les hable personalmente.
En la familia misma, en el vecindario, en el pueblo en que vivimos, hay para
nosotros trabajo que debemos hacer como misioneros de Cristo. Si somos
creyentes, esta obra será nuestro deleite.
Apenas Se Ha Convertido Uno,
Cuando Nace En Él, El Deseo De Dar A Conocer A Otros Cuán Precioso Amigo Ha
Hallado En Jesús.
La Verdad Salvadora Y
Santificadora No Puede Quedar Encerrada En Su Corazón. . .
Ahora que Jesús ascendió al cielo, sus discípulos
son sus representantes entre los hombres, y una de las maneras más eficaces de
ganar almas para él; consiste en Ejemplificar su carácter en nuestra vida
diaria. . . Una vida consecuente, caracterizada por la mansedumbre de Cristo,
es un poder en el mundo (DTG, págs. 113-115). 281
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVtrbL52hGjPNaJMDGwACpWZ
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