domingo, 31 de enero de 2021

01. “CONSTRUYE UN ARCA” (NOÉ) II. CONFLICTO Y VALOR (EGW).

Gén. 6: 5-22.

Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca... (Gén. 6:13, 14).

Dios dio a Noé las dimensiones exactas del arca, y explícitas instrucciones acerca de todos los detalles de su construcción. La sabiduría humana no podría haber ideado una estructura de tanta solidez y durabilidad. Dios fue el diseñador, y Noé el maestro constructor. Se construyó como el casco de un barco, para que pudiese flotar en el agua, pero en ciertos aspectos se parecía más a una casa. . . En la construcción del arca se empleó madera de ciprés, que duraría cientos de años. La construcción de esta estructura fue un proceso lento y trabajoso (Patriarcas y Profetas, pág. 81).

Los hombres de aquel tiempo eran de gran estatura, y poseían una fuerza maravillosa. Los árboles eran muchísimo más grandes, y sobrepasaban en alto grado la belleza y las proporciones perfectas de cualquier cosa que los mortales puedan ver hoy. La madera de estos árboles estaba compuesta de magnífica fibra y sustancia dura: en este sentido parecía piedra. Aun para esa raza poderosa se requería mucho más tiempo y trabajo, para preparar la madera de construcción, de lo que se requiere en esta época degenerada para preparar los árboles que crecen en la actualidad sobre la tierra, con la fuerza más reducida que los hombres ahora poseen (Spiritual Gifts, tomo 3, pág. 61).

Cada trozo de madera fue sólidamente ajustado, y cada grieta cubierta con brea.  Se hizo todo lo humanamente posible para que la obra resultase perfecta. Sin embargo, sólo Dios podía preservar la construcción sobre las olas levantadas y borrascosas, mediante su poder milagroso (The Story of Redemption, pág. 64).

Matusalén y sus hijos y nietos vivieron en el tiempo cuando se construyó el arca. Ellos, con algunos otros, recibieron instrucciones de Noé, y lo ayudaron a construir el arca                 (Spiritual Gifts tomo 3, págs. 59, 60).

Mientras Noé daba al mundo su mensaje de amonestación, sus obras demostraban su sinceridad. Así se perfeccionó y manifestó su fe. Dio al mundo el ejemplo de creer exactamente lo que Dios dice. Todo lo que poseía lo invirtió en el arca. . . Cada martillazo dado en la construcción del arca era un testimonio para la gente (Patriarcas y Profetas 82). 39


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