Hech. 16:1-5.
Ninguno tenga en poco
tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu,
fe y pureza. (1 Tim. 4:12).
Timoteo era apenas un
muchacho cuando fue elegido por Dios como maestro; pero sus principios eran tan
firmes por la educación correcta que había recibido, que se encontraba en
condiciones de ocupar esa importante posición. Llevaba sus responsabilidades
con mansedumbre cristiana. Era fiel, constante y sincero, y Pablo lo eligió
como su compañero de trabajo y de viajes.
Para que Timoteo no
fuese objeto de desaires a causa de su juventud, Pablo le escribió: "Ninguno
tenga en poco tu juventud". Pudo hacer esto con seguridad porque Timoteo
no tenía suficiencia propia, sino que buscaba continuamente consejo.
Hay muchos jóvenes que
obran por impulsos más bien que juiciosamente. Pero Timoteo consultaba a cada
paso: "¿Es éste el camino del Señor?" No tenía talentos especialmente
brillantes, pero consagraba todas sus habilidades al servicio de Dios y esto
hacía valiosa su obra. El Señor encontró en él una mente que podía moldear y
adaptar para la morada del Espíritu Santo.
Dios usará a los
jóvenes de hoy como usó a Timoteo si ellos se someten a su dirección. Es
vuestro privilegio ser misioneros de Dios. Él os llama para trabajar por
vuestros compañeros. Buscad a los que sabéis que están en peligro y por el amor
de Cristo tratad de ayudarles. ¿Cómo Conocerán Al Salvador A Menos Que Vean Sus
Virtudes En Sus Seguidores? (SDA Bible Commentary, tomo 7, pág. 915).
La meta más elevada de
nuestros jóvenes no debiera ser esforzarse tras algo novedoso. No había nada de
esto en la mente y en la obra de Timoteo. Debieran tener en la mente que, en
las manos del enemigo de todo bien, si sólo dependen del conocimiento, éste
puede ser un poder para destruirlos.
El que finalmente se
convirtió en un rebelde era un ser muy inteligente que ocupaba una elevada
posición entre la hueste angélica; más de una mente de prendas intelectuales superiores
ha sido capturada y es conducida ahora por su poder.
Los jóvenes debieran colocarse bajo las enseñanzas de las Santas Escrituras y entretejerlas en sus pensamientos diarios y en su vida práctica. Entonces poseerán los atributos considerados en las cortes celestiales como los más elevados.
(Youth's
Instructor, 5-5-1898) 345
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVuPpX6vP-uxa30H1-0TyxIr
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