1 Rey. 3: 4-15.
Y yo soy un niño pequeño. . . Da Pues a tu siervo
un corazón inteligente, para juzgar a tu pueblo. (1 Rey. 3: 7, 9, VM).
El lenguaje de Salomón al orar a Dios ante el
antiguo altar de Gabaón, revela su humildad y su intenso deseo de honrar a
Dios. Comprendía que sin la ayuda divina, estaba tan desamparado como un niñito
para llevar las responsabilidades que le incumbían. Sabía que carecía de
discernimiento, y el sentido de su gran necesidad le indujo a solicitar
sabiduría a Dios. No había en su corazón aspiración egoísta por un conocimiento
que le ensalzase sobre los demás. Deseaba desempeñar fielmente los deberes que
le incumbían, y eligió el don por medio del cual su reinado habría de
glorificar a Dios. Salomón no tuvo nunca más riqueza ni más sabiduría o
verdadera grandeza que cuando confesó: "Yo soy un niño pequeño y no sé
cómo me debo conducir".
Los que hoy ocupan puestos de confianza deben
procurar aprender la lección enseñada por la oración de Salomón. Cuanto más
elevado sea el cargo que ocupe un hombre y mayor sea la responsabilidad que ha
de llevar, más amplia será la influencia que ejerza y tanto más necesario será
que confíe en Dios. Debe recordar siempre que juntamente con el llamamiento a
trabajar le llega la invitación a andar con circunspección delante de sus
semejantes. Debe conservar delante de Dios la actitud del que aprende. Los
cargos no dan santidad de carácter. Honrando a Dios y obedeciendo sus
mandamientos es como un hombre llega a ser realmente grande (Profetas y Reyes,
págs. 20, 21).
Sería bueno que estudiáramos cuidadosamente la
oración de Salomón, y consideráramos cada punto del cual dependía el
recibimiento de las ricas bendiciones que el Señor estaba listo para darle (SDA
Bible Commentary, tomo 2, págs. 1026).
Dios acogió la oración de Salomón. Y hoy escuchará
y acogerá las oraciones de aquellos que con fe y humildad claman por ayuda. Ciertamente contestará la ferviente oración
de quien se prepara para el servicio. Al responder, Dios dirá: Aquí estoy. ¿Qué
puedo hacer por ti? . . . El que guió la mente de Salomón cuando así oraba,
enseñará hoy a sus siervos cómo orar por lo que necesitan (Ibid.). 190
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVupcUMRdHnWA291W3mrLnNh
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