1 Rey. 10:1-13.
Jehová tu Dios sea bendito, que
se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado
siempre a Israel te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia. (1
Rey. 10:9).
Uno mayor que Salomón había
diseñado el templo, y en ese diseño se revelaron la sabiduría y la gloria de
Dios. Los que no sabían esto admiraban y alababan naturalmente a Salomón como
arquitecto y constructor; pero el rey no se atribuyó ningún mérito por la
concepción ni por la construcción.
Así sucedió cuando la reina de Saba
vino a visitar a Salomón. Habiendo oído hablar de su sabiduría y del magnífico
templo que había construido, resolvió "probarle con preguntas" y
conocer por su cuenta sus renombradas obras. Acompañada por un séquito de
sirvientes y de camellos que llevaban "especias, y oro en grande
abundancia, y piedras preciosas", hizo el largo viaje a Jerusalén. "Y
como vino a Salomón, propúsole todo lo que en su corazón tenía". Conversó
con él de los misterios de la naturaleza; y Salomón la instruyó acerca del Dios
de la naturaleza, del gran Creador, que mora en lo más alto de los cielos, y lo
rige todo. "Salomón le declaró todas sus palabras: ninguna cosa quedó que
Salomón no le declarase".
"Y cuando la reina de Saba
vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado. . . quedóse
enajenada". Reconoció: "Verdad es lo que oí en mi tierra de tus cosas
y de tu sabiduría; mas yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han
visto, que ni aun la mitad fue lo que se me dijo: es mayor tu sabiduría y bien
que la fama que yo había oído.
Bienaventurado tus varones, dichosos estos tus siervos, que están
continuamente delante de ti, y oyen tu sabiduría".
Al llegar al fin de su visita, la
reina había sido cabalmente enseñada por Salomón con respecto a la fuente de su
sabiduría y prosperidad, y ella se sintió constreñida, no a ensalzar al agente
humano, sino a exclamar: "Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti
para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel, y
te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia". Tal era la impresión
que Dios quería que recibiesen todos los pueblos (Profetas y Reyes, págs. 48,
49). 200
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVupcUMRdHnWA291W3mrLnNh
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