2 Rey. 1:2-17.
Y le dijo: Así ha dicho
Jehová: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón,
¿no hay Dios en Israel para consultar en su palabra? No te levantarás, por
tanto, del lecho en que estás, sino que de cierto morirás. (2 Rey. 1:16).
Durante el reinado de
su padre, Ocozías había presenciado las obras prodigiosas del Altísimo. Había
visto que Dios había dado al apóstata Israel terribles evidencias de cómo considera
a los que desechan las obligaciones de su ley. Ocozías había obrado como si
esas pavorosas realidades fuesen cuentos ociosos. En vez de humillar su corazón
delante del Señor había seguido a Baal, y por fin se había atrevido a realizar
su acto más audaz de impiedad. . .
Hoy los misterios del
culto pagano han sido reemplazados por reuniones y sesiones secretas, por las
oscuridades y los prodigios de los mediums espiritistas. Las revelaciones de
estos mediums son recibidas con avidez por miles que se niegan a aceptar la luz
comunicada por la palabra de Dios o por su espíritu. . .
Los apóstoles de casi
todas las formas de espiritismo aseveran tener el poder de curar. . . Y no son
pocos, aun en esta era cristiana, los que se dirigen a tales curanderos en vez
de confiar en el poder del Dios viviente y en la capacidad de médicos bien
preparados. . .
El rey de Israel, al
apartarse de Dios para solicitar ayuda al peor enemigo de su pueblo, proclamó a
los paganos que tenía más confianza en sus ídolos que en el Dios del cielo. Asimismo
le deshonran hoy hombres y mujeres cuando se apartan del Manantial de fuerza y
sabiduría para pedir ayuda o consejo a las potestades de las tinieblas. . .
Los que se entregan al sortilegio de Satanás, pueden jactarse de haber recibido grandes beneficios; ¿pero prueba esto que su conducta fue sabia o segura? ¿Qué representaría el que la vida fuese prolongada? ¿O que se obtuviesen ganancias temporales? ¿Puede haber al fin compensación por haber despreciado la voluntad de Dios?
Cualesquiera
ganancias aparentes resultarían al fin en un pérdida irreparable. No podemos
quebrantar con impunidad una sola barrera que Dios haya erigido para proteger a
su pueblo del poder de Satanás (Profetas y Reyes, págs. 155-158). 220
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVslpdBPUND-kYFOb-pwNJHN
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