Dan. 1:17-21.
Yo honraré a los que me honran. (1 Sam. 2:30).
Las vicisitudes de Daniel y sus compañeros son un
ejemplo del triunfo de los principios sobre la tentación de complacer el
apetito. Nos muestran que, mediante los principios religiosos, los jóvenes
pueden triunfar sobre la concupiscencia de la carne y permanecer leales a los
requerimientos de Dios, aunque les cueste un gran sacrificio.
¿Qué hubiera sucedido si Daniel y sus compañeros hubiesen entrado en componendas con los oficiales paganos y cedido a la presión de la ocasión, bebiendo y comiendo como acostumbraban los babilonios? Abandonar los principios en esa sola ocasión hubiera debilitado su sentido de lo correcto y su aborrecimiento de lo malo.
La
complacencia del apetito hubiera requerido el sacrificio de vigor físico,
claridad de intelecto y poder espiritual. Un paso equivocado probablemente
hubiera conducido a otros hasta que, interrumpida su conexión con el Cielo, la
tentación los hubiera arrastrado. . .
Mientras Daniel se aferraba a su Dios con confianza
inamovible, el espíritu del poder profético venía sobre él. Mientras el hombre
le enseñaba los deberes de la vida cortesana, Dios le enseñaba a leer los
misterios de las edades futuras y a presentar mediante imágenes y similitudes,
las cosas maravillosas que sucederían en los últimos días (Youth's Instructor,
25-6-1903).
Dios dispuso que el hombre debiera estar
progresando continuamente, alcanzando diariamente un punto más alto en la escala
de la excelencia. Él nos ayudará, si buscamos ayudarnos. Nuestra esperanza de felicidad en dos mundos
depende de nuestro progreso en uno. A cada momento debemos resguardarnos del
primer paso hacia la intemperancia.
Querido joven, Dios te llama a hacer un trabajo que
mediante su gracia puedes realizar. . . Que la pureza de tus gustos, tu apetito
y tus hábitos puedan compararse a los de Daniel. Dios te recompensará dándote
serenidad, una mente despejada, plena capacidad de juicio y profundidad de
percepción. Los jóvenes de hoy cuyos principios sean firmes e inquebrantables,
serán bendecidos con salud de cuerpo, mente y alma (Id., 9-7-1903). 249
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVtyiFbCUjqP-sdMrCM7rVaT
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