Porque la sabiduría de este mundo es insensatez
para con Dios; pues escrito está: El
prende a los sabios en la astucia de ellos. (1 Cor. 3:19).
En sus esfuerzos por prepararse para ser
colaboradores de Dios, frecuentemente los hombres se colocan en situaciones que
los inhabilitan para ser moldeados y plasmados como el Señor quisiera. De esta
forma, como sucedió con Moisés, no se les encuentra la semejanza divina. Al
someterse a la disciplina de Dios, Moisés se convirtió en un vaso santificado a
través del cual pudo trabajar el Señor. No vaciló en cambiar su camino por el
camino del Señor, aunque llevara por senderos extraños, aún no trillados…
No fueron las enseñanzas de las escuelas de Egipto
las que capacitaron a Moisés para triunfar sobre sus enemigos, sino una fe
permanente, una fe firme, una fe que no fallaba frente a las más angustiosas
circunstancias. . . Moisés actuaba como viendo al invisible.
Dios no busca hombres de educación perfecta. . . El
Señor quiere hombres que aprecien el privilegio de ser obreros suyos, que lo
honren con una obediencia absoluta a sus requerimientos sin tener en cuenta
teorías previamente inculcadas.
Muchos que buscan eficiencia para la elevada obra
de Dios perfeccionando su educación en las escuelas de los hombres, encontrarán
que han fallado en aprender las lecciones más importantes que el Señor quiere
enseñarles. Al descuidar someterse a los llamados del Espíritu Santo, al no
vivir en obediencia a todos los requerimientos de Dios, su eficiencia
espiritual se ha debilitado. . .
Al ausentarse de la escuela de Cristo, han olvidado
el sonido de la voz del Maestro, y él no puede dirigir su rumbo. Los hombres
pueden adquirir todo el conocimiento que un maestro humano imparta; pero Dios
requiere de ellos una sabiduría aún mayor. Como Moisés, deben aprender
mansedumbre, humildad de corazón, y desconfianza de sí mismos. Nuestro propio
Salvador, soportando la prueba por la humanidad, reconoció que por sí solo no
podía hacer nada. Debemos también
aprender que no hay fuerza en la humanidad sola. El hombre llega a ser
eficiente solamente cuando es hecho participante de la naturaleza divina
(Fundamentals of Christian Education, págs. 345-347). 84
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVuUCOpUfXzaq8n4wQXmyR80
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