Esdras. . . era escriba diligente
en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado. (Esd. 7:6).
Han transcurrido más de dos mil
años desde que Esdras aplicó "su corazón a la búsqueda de la ley" de
Jehová y a "su práctica", pero el transcurso del tiempo no ha
disminuido la influencia de su ejemplo piadoso. A través de los siglos, la
historia de su vida de consagración inspiró a muchos la determinación de buscar
y practicar esa misma ley (Esd. 7:10).
Los motivos de Esdras eran
elevados y santos; en todo lo que hacía era impulsado por un profundo amor
hacia las almas. La compasión y la ternura que revelaba hacia los que habían
pecado, fuese voluntariamente o por ignorancia, debe ser una lección objetiva
para todos los que procuran realizar reformas. . .
Es imposible debilitar o reforzar
la ley de Jehová. Tal como fue, subsiste. Siempre ha sido, y siempre será, santa, justa y buena, completa en sí
misma. No puede ser abrogada ni
cambiada. Hablar de "honrarla" o "deshonrarla" no es sino
usar un lenguaje humano. . .
Los cristianos deben prepararse
para lo que pronto ha de estallar sobre el mundo como sorpresa abrumadora, y
deben hacerlo estudiando diligentemente la Palabra de Dios y esforzándose por
conformar su vida con sus preceptos.
Los tremendos y eternos resultados que están en juego exigen de nosotros algo más que una religión imaginaria, de palabras y formas, que mantenga a la verdad en el atrio exterior. . . Si los santos del Antiguo Testamento dieron tan brillante testimonio de lealtad, ¿no deberán aquellos sobre quienes resplandece la luz acumulada durante siglos dar un testimonio aún más señalado con respecto al poder de la verdad? (Profetas y Reyes, págs. 459-462).
¿Permitiremos que el ejemplo de
Esdras nos enseñe cómo debiéramos usar nuestro conocimiento de las Escrituras? La
vida de este siervo de Dios debiera ser una inspiración para nosotros para
servir al Señor con corazón, mente y fuerza. Necesitamos primero dedicarnos a
conocer los requerimientos de Dios, y luego a practicarlos. Entonces podremos
sembrar semillas de verdad que lleven fruto para vida eterna (SDA Bible
Commentary, tomo 3, pág. 1134). 261
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVswLr4ZSa1m-evMmN8QvZQo
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