Hech. 8:26-40.
Un ángel del señor
habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur por el camino que
desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y
fue. (Hech. 8:26,27).
Notemos cuánto esfuerzo
se hizo por sólo un hombre, un etíope (8Testimonies 57).
Este etíope era hombre
de buena posición y amplia influencia. Dios vio que, una vez convertido,
comunicaría a otros la luz recibida, y ejercería poderoso influjo en favor del
evangelio. Los ángeles del Señor asistían a este hombre que buscaba luz, y le
atraían al Salvador. Por el ministerio del Espíritu Santo, El señor lo puso en
relación con quien podía conducirlo a la luz.
A Felipe se le mandó
que fuese al encuentro del etíope y le explicase la profecía que iba leyendo.
El Espíritu dijo; "llégate, y júntate a este carro" . . . El corazón
del etíope se conmovió de interés cuando Felipe le explico las Escrituras, y al
terminar el discípulo, el hombre se mostró dispuesto a aceptar la luz que se le
daba. No alegó su alta posición mundana como excusa para rechazar el evangelio.
. .
Este etíope simboliza
una numerosa clase de personas que necesitan ser enseñada por misioneros como Felipe,
esto es, por hombres que escuchen la voz de Dios y vayan adonde él los envíe.
Muchos leen las escrituras sin comprender su verdadero sentido.
En todo el mundo, hay
hombres y mujeres que miran fijamente al cielo, oraciones, lágrimas e
interrogaciones brotan de las almas anhelosas de luz en suplica de gracia y de
la recepción del Espíritu Santo. Muchos están en el umbral del reino esperando
únicamente ser incorporados en él.
Un ángel guió a Felipe
a uno que anhelaba luz y estaba dispuesto a recibir el evangelio. Hoy también
los ángeles guiarán los pasos de aquellos obreros que consientan en que el
Espíritu Santo santifique sus lenguas y refine y ennoblezca sus corazones (Los
hechos de los apóstoles, págs. 88- 90).
El que mandó a Felipe
al eunuco etíope; que envío a Pedro al centurión romano; y la pequeña israelita
en auxilio de Naamán, el capitán sirio, también envía hoy, como representantes
suyos a hombres, y mujeres y jóvenes, para que vayan a los que necesitan ayuda
y dirección divinas (El ministerio de Curación, pág. 375). 333
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVtrbL52hGjPNaJMDGwACpWZ
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