Juan 21:15-19.
Le dijo la tercera vez:
Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? (Juan 21:17).
Esta pregunta
escudriñadora del corazón era necesaria en el caso de Pedro y es necesaria en
nuestro caso. La obra de restauración nunca puede ser completa a menos que se
llegue a las raíces del mal.
Una y otra vez los
brotes han sido cortados, mientras se ha dejado la raíz de la amargura para que
crezca y contamine a muchos; pero hay que ir a la misma raíz del mal escondido.
. .
Cuando por tercera vez
Cristo preguntó a Pedro: "¿Me amas?" la sonda llegó al fondo del
alma. Reprendido por su propia conciencia, Pedro cayó sobre la Roca, diciendo:
"Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo".
Esta es la obra que
está delante de cada alma que ha deshonrado a Dios y entristecido el corazón de
Cristo al negar la verdad y la justicia. Si el alma examinada soporta el
proceso de prueba sin que el yo despierte a la vida sintiéndose herido y
ultrajado bajo la prueba, ese cuchillo agudo revela que el alma está realmente
muerta al yo, más viva para Dios.
Algunos aseguran que si
un alma tropieza y cae, nunca puede recobrar su posición; pero el caso que
estamos considerando contradice esto. . . Al encomendar a su cuidado las almas
por las que había dado su vida, Cristo dio a Pedro la evidencia más fuerte de
su confianza en su restauración. Y no sólo se le encargó alimentar a las
ovejas, sino a los corderos: una obra más amplia y más delicada que la que
hasta entonces se le había asignado (SDA Bible Commentary, tomo 5, pág. 1152).
Pedro tenía ahora la
humildad suficiente para comprender las palabras de Cristo, y sin dudar más, el
discípulo que había sido inquieto, jactancioso, presuntuoso se volvió sumiso y
contrito. Siguió de veras a su Señor: el Señor al cual había negado.
El pensamiento de que
Cristo no lo había negado ni rechazado era para Pedro luz, consuelo y
bendición. Sintió que podía elegir ser crucificado, pero debía serlo cabeza
abajo. Y aquel que tan estrechamente fue participante de los sufrimientos de
Cristo será también participante de su gloria cuando él "se sentará en su
trono de gloria" (Ibid.). 323
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVtrbL52hGjPNaJMDGwACpWZ
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