1 Sam. 15.
Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que
tiene, y no te apiades de él. (1 Sam. 15: 3).
El Señor envió a su siervo con otro mensaje para
Saúl. Por la obediencia podía probar todavía que era fiel a Dios y digno de ir
a la cabeza de Israel. Samuel fue adonde estaba el rey, y le entregó el mensaje
del Señor. . .
Los amalecitas fueron los primeros que guerrearon
contra Israel en el desierto; y a causa de este pecado, juntamente con la
manera en que desafiaban a Dios y se envilecieron por la idolatría, el Señor,
por medio de Moisés, había pronunciado sentencia contra ellos. . . Durante
cuatrocientos años se había postergado la ejecución de esta sentencia; pero los
amalecitas no se habían apartado de sus pecados. El Señor sabía que esta gente
impía raería, si fuese posible, su pueblo y su culto de la tierra. Ahora había
llegado la hora en que debía ejecutarse la tan diferida sentencia.
La paciencia de Dios hacia los impíos envalentona a
los hombres en la transgresión; pero el hecho de que su castigo se demore no lo
hará menos seguro ni menos terrible. . . Aunque no se deleita en la venganza,
ejecutará su juicio contra los transgresores de su ley. Se ve forzado a ello, para salvar a los
habitantes de la tierra de la depravación y la ruina total. Para salvar a algunos, debe eliminar a los
que se han empedernido en el pecado. . .
Mediante terribles actos de justicia vindicará la autoridad
de su ley pisoteada. El mismo hecho de que le repugna ejecutar la justicia,
atestigua la enormidad de los pecados que exigen sus juicios, y la severidad de
la retribución que espera al transgresor.
Pero aun mientras Dios ejecuta su justicia,
recuerda la misericordia. Los amalecitas debían ser destruidos, pero los cineos,
que moraban entre ellos, se habían de salvar.
Este pueblo, aunque no estaba enteramente libre de
idolatría, adoraba a Dios, y manifestaba amistad hacia Israel. De esta tribu procedía el cuñado de Moisés,
Hobab, quien había acompañado a los israelitas en sus viajes por el desierto, y
por su conocimiento del país les había prestado valiosos servicios (Patriarcas
y Profetas, págs. 679-681). 156
AUDIO: https://youtube.com/playlist?list=PLVsLdOIe7sVvHzeTZHeg9LuyEsTpEZcLf
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